GRABADO.
El grabado es una disciplina artística en
la que el artista utiliza diferentes técnicas de impresión, que tienen en común el dibujar una imagen
sobre una superficie rígida, llamada matriz, dejando una huella que después
alojará tinta y será transferida por presión a otra superficie como papel o
tela, lo que permite obtener varias reproducciones de las estampas.
Dependiendo de la técnica utilizada, la matriz puede ser de
metal tradicionalmente (cobre o zinc), madera, linóleo o piedra, sobre cuya superficie se dibuja con
instrumentos punzantes, cortantes o mediante procesos químicos. Actualmente
también se utilizan placas de diferentes materiales sintéticos que se pueden
grabar de manera tradicional con punzones o mediante procedimientos
fotográficos, digitales o laser.
Las técnicas relacionadas con la obtención de múltiples copias de la misma imagen suelen clasificarse según los materiales y medios empleados para la consecución de la imagen. En general, suelen dividirse en tres grandes grupos, según la forma en que el artista trabaja sobre la matriz para preparar el dibujo que se imprimirá posteriormente, en relieve, planografica y hueco.
Grabados en relieve
La imagen se consigue retirando material de la plancha
o matriz con distintas herramientas: entre ellas, el buril, con el cual
grabaremos la imagen que deseemos ayudándonos de otras herramientas como
pintura asfáltica para que el ácido no coma, de modo que la parte que queda en
el plano superior se corresponde con el dibujo. Se entintará por tanto la forma
en relieve, utilizando un rodillo de goma y en la impresión quedarán en blanco
los huecos.
Grabado en plano
En esta técnica no se produce ninguna incisión sobre la
matriz, la superficie permanece plana y la matriz se puede reutilizar con
distintos dibujos.
Grabados en hueco
La imagen se consigue arañando una matriz metálica,
por medios mecánicos o químicos, de modo que las partes oscuras de la imagen
correspondan a las incisiones, donde se depositará la tinta, quedando en blanco
las partes del papel que queden en contacto con las zonas no vaciadas,
exactamente al contrario de lo que sucede con los grabados en relieve. Los
procedimientos en hueco se clasifican, a su vez, en procedimientos de método
directo, si el grabador interviene sobre la plancha realizando incisiones para
trazar la imagen, o de método indirecto, si la huella sobre la plancha se logra
utilizando productos químicos.
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